martes, 15 de noviembre de 2011

una mirada, un mundo.

Cuentan que una vez, entre rizo y rizo, vivía una mujer. Una mujer pequeña con grandes ideas. Y cuentan también que aquella mujer andaba ''embrujada''.
 
- ¿Acabaste de escribir la obra?
- Sinceramente, aún no he acabado. A veces necesito un poquito de inspiración para que algo me salga bien. -murmuraba ella- Un pequeño chispazo que me haga vibrar, entonces es cuando todo se torna en una sintonía para mí. El mundo y yo caminamos en la misma dirección, la gente me sonríe y la vida es más sencilla, como si se reprodujera la banda sonora de mi vida. Me siento como dentro de una película americana en la que la peor complicación que te puede ocurrir es enamorarte.
- Así me gusta pequeña, no necesito mentiras, sólo una verdad personalizada.
-Como sigas poniendo esa cara voy a tener que enseñarte a sonreír.