La Amapola y el Nenúfar son dos
flores que tienen poco de ver, y que a su vez tienen un atractivo
único, personal e independiente.
Imagen de Paula Bonet
Amapola es una chica con mucha
personalidad. La dulzura la besó desde el principio. Sonreía y
siempre decía “gracias” con educación. Amapola tiene colores
fuertes porque esconde una fuerte personalidad y a veces sufre
pensándose perdida en su propia identidad.
- Antes eras mucho más delicada- le
dice su madre a veces. La pobre Amapola se cierra como una flor y
decide jugar a tener espinas, nosotros la miramos a lo lejos y
pensamos “cómo esta chica tan tozuda puede pensar que de verdad
no es todo dulzura”. A veces es triste recordad ese momento en el
que un zapato de la talla 42 le pegó un pisotón. Se enfadó mucho,
y cuando por fin consiguió poner su tallo recto, una mano hizo
ademán de arrancarla.
- Ni se te ocurra- dijo ella con voz
tajante. Desde entonces sólo deja que algún abejorro ronde. Y sólo
acepta la polinización de una avispa lejana. Nosotros la perdemos a
veces cuando decide frustrarse. Cuando elige reírse coleccionamos
momentos únicos. Ese razonamiento impulsivo y esa fuerza constante
sólo pueden ser de la divertida de Amapola.
Nenúfar siempre está tanteando el
agua, tropieza muchas veces y muchas veces se empapa de sus propios
desastres. Nenúfar se mueve al ritmo del lago, y a veces el lago se
permite el capricho de bailar al ritmo de ella. Nenúfar siempre se
está riéndose. Se reía delante de los sapos que se posaban en su
barriga y se reía de las libélulas que pasaban volando. A veces se me
rompe un poco el corazón recordando a aquél sapito verde que le
rompió un pétalo -¡cuánto le costó recomponerse!- desde entonces
Nenúfar aceptó que quizás el estanque no era lugar para flores tan
delicadas y que prefería que una libélula viviera en su capullo
antes de que un anfibio la destrozara. Nenúfar sigue sonriendo, pero
aún guarda fuerza para zambullirse en el lago cuando lo ve.
Es adorable poder contemplar estas dos
flores a lo lejos, es maravilloso sentirlas parte de mi jardín. Me
encanta poder hacer perfume de ellas y llevarlo en mi vida.
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